¿Y tú que hacías a la edad de 12 años?… Seguramente estabas jugando con todos tus amigos o haciendo travesuras como cualquier niño a esa edad.
Pero hay algunos casos en que no sucede así, como el del pequeño Carlos Antonio Santamaría Díaz, el niño genio mexicano que tuvo un examen perfecto para ingresar a la carrera de Física Biomédica y quién pasó a la historia como el primer estudiante de licenciatura con tan sólo 12 años dentro de la máxima casa de estudios que hay en la Ciudad de México, la Universidad Autónoma de México (UNAM).
El reto será luchar contra el escepticismo ante sus capacidades y desempeño, pues también será la primera ocasión que sus compañeros, docentes y la comunidad universitaria tengan en territorio puma a un alumno tan joven.
La actitud y el carisma tan peculiar de Carlos son algunos ingredientes que posiblemente lo han ayudado a llegar hasta donde está, advirtió con una métafora:
«Sólo quiero estudiar, si me cierran las puertas, me meteré por las ventanas»
Desde los ocho años ha tomado cursos de química analítica, bioquímica y biología molecular, mientras obtenía sus títulos de educación básica lo que fue algo esencial para cumplir con su objetivo de entrar a la UNAM.
Antes de llegar a la licenciatura, Carlos y sus padres tuvieron que recorrer un viacrucis por escuelas con «ambiente hóstil» que no favorecieron los estudios del niño. Tras mucho batallar, pudo presentar el examen del Colegio de Bachilleres.
Foto: CONACYT
«Fue cuando nos dimos cuenta que no dejar entrar a un niño a la prepa o a la universidad es discriminación, igual que discriminar a un negro, una mujer o a un chino» lamentó Carlos.
Ahora piensa en su siguiente meta ya que entiende la situación por la que tienen que pasar los niños como él.
«Abrir un grupo de niños como yo, dar una prueba para todos los niños que se quieran inscribir (…) Transmitir lo que yo sé, pero no como un profesor, sino como otro alumno que nada más está ayudando a los demás a alcanzar lo que yo he logrado»
Interrogado sobre cómo se preparó para lograrlo, dijo:
«Es estarle dando, nunca decir ‘no se puede’, me voy a regresar a la primaria. Siempre hay una forma de entrar. También estudié por Internet, así he aprendido biología, cálculo, pero además hay que tener el apoyo de toda tu familia, lo más importante. Mis padres han hecho más que yo, ellos han preparado todo, y yo sólo estudio y apruebo los exámenes, pongo la última pizca para pasar a lo siguiente» puntualizó.
Foto: PROCESO
Sin duda, una #TinkerStory como muchas que hay en México que nos inspira y nos deja claro que cuando algo te apasiona hasta lo más difícil lo puedes hacer posible.
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