Todos o por lo menos la gran mayoría tiene entre sus lugares favoritos el irse a tomar un café a Starbucks antes de empezar el día; pero alguna vez te has preguntado ¿quién es el autor intelectual de una de las empresas más conocidas a nivel mundial?

Su nombre es Howard Schultz, un “dreamer” que no dejó de soñar y trabajar día tras día hasta cumplir con su objetivo: convertir a Starbucks, una cadena local de café, en una de las marcas más reconocidas del mundo.

La vida del empresario nacido en Nueva York en 1953 fue marcada a los 7 años por un accidente laboral de su padre que sumió a la familia en la pobreza ya que no tenían seguro que pagara los gastos médicos y se incrementaron las deudas. Howard optó entonces por volcarse en el deporte consiguiendo una beca aunque al poco tiempo descubrió que no le apasionaban más los deportes y se la retiraron, el joven estaba tan desesperado que llegó a vender su sangre para poder pagarse los estudios.

Finalmente en 1975, tras vencer todas las dificultades  se graduó de la universidad en comunicaciones y a partir de ese momento, la historia de su éxito estaba por escribirse.

Empezó a trabajar en Xerox y después en una pequeña empresa llamada Hammarplast, lo que lo hizo entrar en contacto con la industria del café y con Starbucks, una pequeña cadena de cafeterías que tenía 3 tiendas en Seattle.

Howard se sintió inspirado y les pidió trabajar con ellos como director de operaciones, ventas y marketing. Ya como empleado fue a Milán, un viaje que le cambiaría la vida y le abriría la mente tras ver como en esa ciudad había un café en cada esquina.

Cuando regresó del viaje intentó convencer a sus jefes de implantar la idea adquirida en Italia, pero no lo logró y renunció a su trabajo. Su idea era abrir una cadena de cafeterías y así lo hizo, puso en marcha Il Giornale en 1986. Su idea y concepto fue tan exitoso que compró la unidad minorista de Starbucks por 3.8 millones de dólares y se convirtió en el CEO de la empresa que ya tenía 6 tiendas.

Howard ya era imparable y consiguió abrir 165 tiendas más.

Para el año 2000, Starbucks tenía 3.500 establecimientos y más de 2.000 millones de ingresos anuales. Una vez consolidada la empresa, Howard dejó su cargo, pero en el 2006 Starbucks sufrió una crisis donde las operaciones cayeron un 26%. El empresario regresó entonces para solucionarlo y vaya si lo hizo, pues consiguió quintuplicar las acciones de la compañía en bolsa.

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