La palabra quiromasaje viene del griego y significa “masaje con las manos”. Esta técnica busca mejorar diferentes molestias corporales en las personas por medio de movimientos con distinta intensidad, velocidad y ritmo. Es una práctica cada vez más usada ya que es menos invasiva, costosa y dolorosa que otros métodos tradicionales. En ella, toda la responsabilidad recae en las manos del quiromasajista, entonces ¿cómo elegir al mejor de ellos?
La técnica del quiromasaje es bastante íntima y de mucho contacto piel con piel. La desnudez puede ser un elemento de pudor para muchas personas y para lograr un buen tratamiento es necesario que el paciente se sienta cómodo. Es por esto que es importante que te pongas en manos de alguien que te haga sentir a gusto, que te inspire confianza y donde puedas relajarte. Sigue tu intuición para elegir a tu quiromasajista y mejor aún si tienes recomendaciones de alguien cercano que se haya atendido con él o ella.
Intenta buscar a un quiromasajista que cuente con una formación profesional amplia. Idealmente que además de su título quiromasajista cuente con certificaciones para realizar manipulaciones como Ciriax, drenaje linfático o estiramientos musculares que serán muy útiles para deportistas.
El quiromasaje se trata precisamente de la técnica íntegra de masajes con las manos. Es por esto que te recomendamos que descartes a aquellos terapeutas que utilizan muchos aparatos que probablemente no vas a conocer.
Elige a un terapeuta que combine maniobras suaves y a nivel superficial con otras técnicas de masaje más profundas y de mayor intensidad. Un buen tratamiento de quiromasaje y un buen quiromasajista logrará combinar distintas técnicas para obtener los mejores resultados y sanar tus dolencias.
El ambiente de una consulta, o bien si es en tu casa, debe ser el adecuado para el tratamiento. Lo ideal es que no haya ruido exterior, con una luz tenue, música relajante y un olor agradable. Esto te ayudará a relajarte y lograr mejores resultados en tu tratamiento.
Tu quiromasajista debe saber todas tus necesidades. Desde las dolencias hasta tus preferencias en cuanto a la técnica, la luz o incluso si quieres que te hablen durante el masaje o no.
Para esto, la confianza es clave. Preocúpate de elegir a alguien que te inspire confianza y que tenga recomendaciones, esta será la única manera para que te puedas relajar, desconectarte y sanar todas tus dolencias.
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