Al momento de entrenar, debemos de tener mucho respeto hacia nuestro cuerpo, conocernos, tener un plan bien estructurado y nunca llevar a nuestro cuerpo al límite. Los resultados serán visibles cuando se lleve a cabo una combinación entre el entrenamiento y la nutrición adecuada para tus objetivos personales.
No sé cuántas veces me he encontrado con personas que abandonan demasiado temprano o que se lesionan durante el entrenamiento porque simplemente, no tenían idea de cuáles eran sus límites reales. ¿Cómo averiguar tus límites? No es fácil, y es la razón número uno por la cual la gente recurre a los servicios de entrenadores expertos. Experimenta con las variables del entrenamiento hasta que establezcas tu zona de confort y, partiendo de esa zona, sistemática empújate fuera de ella para forzar la adaptación y saber hasta dónde te sientes cómoda/o. Si no estás fuera de tu zona de confort, entonces no estás esforzándote lo suficiente, pero tampoco ignores tus límites.
Se podría pensar que este mito ha sido dicho hasta la saciedad, o que al menos es popular, pero se escucha con sorprendente frecuencia por personas que creen honestamente que tienen que quitarse la vida cada día durante cada entrenamiento para maximizar sus progresos. ¡No hagas eso! Olvídate de luchar contra el dolor.
El malestar es una señal de tu cuerpo diciéndote que te has pasado demasiado. El dolor es tu cuerpo que te dice que pares lo que estás haciendo.
Es cierto que vigilar la ingesta de hidratos de carbono es una de las mejores maneras de controlar tu peso. Pero no hay necesidad de obsesionarse, porque ese tipo de conducta alimentaria simplemente no es sostenible. Los carbohidratos son absolutamente esenciales para una dieta balanceada, especialmente si entrenas frecuentemente.
Cualquier buen régimen de entrenamiento debe incluir variables que pueden realizarse para alterar el entrenamiento con fines específicos. La variedad es la mejor manera de mantener el rumbo sin aburrirse, así como una gran manera de mantener tu cuerpo fuerte al obligarle a adaptarse a algo nuevo.
Los mejores atletas del mundo no sólo entrenan sus cuerpos, sino también sus mentes para lograr sus objetivos. ¿Por qué no hacer lo mismo? Visualiza tus metas, y visualízate lográndolas. Fortalece tu cuerpo, pero no te olvides de tu mente. El poder de la mente es infinito y si la incluyes en tus entrenamientos llegarás mucho más lejos de lo que imaginas posible. Visualiza tu éxito.
Muchas personas se frustran al no ver los resultados de sus entrenamientos después de cierto tiempo, pero no se detienen a pensar que la alimentación es igual o más importante que hacer ejercicio. Si estás buscando modificar tu cuerpo y llevar un estilo de vida más saludable, no basta con hacer ejercicio. Tampoco se trata de dejar de comer u obsesionarte con lo que ingieres, se trata de encontrar una dieta balanceada que vaya acorde con el ejercicio que realizas y con las metas que tienes en mente.
Por último, es indispensable que tengas paciencia y que disfrutes el proceso. Hacer ejercicio debe de ser algo que disfrutes y no algo que te haga sufrir. Encuentra los ejercicios que te gusten y vuélvelos parte de tu vida diaria.
TinkerLink, expertos recomendados por gente que ya conoces.