1. La Presentación:
Es quizás uno de los detalles que debes cuidar mejor ya que la comida entra por los ojos y es recomendable que tengas en la mesa del bufete una buena presentación, algo llamativo, sin pasarte a convertirlo en algo ostentoso o recargado, juega con algunos elementos decorativos y si es posible que sean naturales como un centro de frutas y una buena presentación de la comida.
2. Variedad del menú:
Una preocupación es la variedad de platos que pueda tener un catering según su precio. Nuestros invitados serán personas con gustos muy diferentes, por eso, tenemos que pensar en todos. Ten en cuenta que cada vez hay más gente vegana o con alergias a ciertas comidas. Considéralo a la hora de consensuar la carta de producto.
3. Cantidad:
También es nuestro deseo que nuestros invitados se sientan satisfechos con la comida que se brinda y nunca quede faltando una porción extra. Por eso, concreta cuales son las cantidades que se repartirán de cada producto y ten siempre una reserva para que tus invitados no se queden con las ganas de comer un poco más.
4. El precio:
Sabemos que el valor para un buen catering varía según la selección de los platos que hayas escogido, por esto, trata siempre de asesorarte de un experto que te pueda dar varias opciones a elegir. Puedes encontrar en el mercado tarifas muy altas, pero si sabes jugar con tu presupuesto, puedes tener un buen menú económico y asequible a tus necesidades.
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