1. Averigua con qué otros perros estará tu mascota: Un buen cuidador siempre debe saber con qué otros animales convivirán los perros. Esto es importante sobre todo en los casos de animales poco sociables, con los cuales es preferible que no conviva ningún otro animal.
2. Dar una vuelta con el perro y el cuidador antes del viaje: De esta forma, se podrá ver qué tal se maneja el cuidador con el perro y la experiencia y seguridad muestra con los animales. Además, es una forma para empezar a crear un vínculo entre el cuidador y el perro.
3. Solicitar fotos e información del perro a diario: Transmitir tranquilidad es una de las funciones más importantes del cuidador durante la ausencia del dueño. Por tanto, un buen cuidador debería informar sobre cómo la está pasando el perro, qué actividades ha realizado, si ha comido bien e incluso enviarle una foto al día para que el propietario no eche tanto de menos a su perro.
4. Conocer la casa del futuro cuidador: Un buen cuidador no debería mostrar problemas en mostrar la casa donde estará el perro. Debe ser una casa suficientemente grande para acoger a todos los canes con los que convivirá el nuestro. Además, debe estar limpia y con un suelo despejado de objetos que pudiera morder o tragar nuestra mascota por accidente.
5. Asegurarse de que tiene un veterinario de urgencias cerca de casa: Un buen cuidador debería saber con antelación dónde acudirá con un perro en caso de accidente o emergencia. Por eso, no hay que dudar en consultarle a qué veterinario iría en caso de accidente, por ejemplo, un sábado por la noche. Esto dará tranquilidad al dueño del animal.
6. Agenda: Es importante que el cuidador sea muy ordenado para poder satisfacer cada una de las necesidades específicas de cada perro. Lo ideal es que tenga un registro con cada una de los hábitos de cada mascota: sus horarios de alimentación, medicinas, necesidades de ejercicio, etc.

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