Con un traje de charro e instrumentos musicales en mano… Es como llegan los mariachis, el alma de las fiestas mexicanas y ¿porque no? alrededor del mundo.
El mariachi es parte del patrimonio cultural de México y símbolo con el que miles de mexicanos identificados en el mundo y es que su inconfundible parafernalia son sólo una probadita de la riqueza cultural que existe en el país.
De acuerdo con diversos historiadores, los mariachis comenzaron como un conjunto musical nacido en el cerro, en las haciendas y barriadas de Cocula, Jalisco, prohijado por frailes, charros y caporales.
Como la mayoría de la música tradicional en México, el mariachi es el resultado de la mezcla de tres principales influencias musicales: la de los pueblos indígenas, la europea y la africana.
El son particular que dio origen al mariachi nació en Cocula, Jalisco. Los habitantes de este pequeño pueblo crearon la base rítmica como una expresión de adoración a la Virgen de la Pila, imitando así a los frailes que utilizaban la música para evangelizarlos.
La fusión sonora de las guitarras y violines con las caracolas, teponaztlis, flautas de carrizo y otros instrumentos indígenas es la chispa que ocasionó el nacimiento de un nuevo género: el mariachi.
En lo últimos años del Porfiriato, México pasaba por una etapa de fascinación con todo lo francés y lo europeo en general, por lo que el mariachi era considerado música para el populacho. Sin embargo, la Revolución Mexicana cambió esta percepción y, de pronto, el mariachi estaba por todas partes y era algo de lo cual sentirse orgulloso.
El momento cumbre del mariachi llegó durante la campaña presidencial de Lázaro Cárdenas, quien se llevó de gira por todo el país al Mariachi Vargas de Tecalitlán. Este hecho encumbró al mariachi en lo más alto de la pirámide cultural. En los siguientes años, las películas rancheras terminaron de popularizar el género.
El repertorio de los mariachis abarca canciones como:
La música mariachi moderna ha adoptado otros géneros musicales como la ranchera, el bolero ranchero, e incluso la cumbia colombiana.
Las letras de las canciones de los mariachis hablan del amor a la tierra, la ciudad donde se vive, el país natal, la religión, la naturaleza, las mujeres mexicanas y la pujanza del país.
La música mariachi transmite valores que fomentan el respeto del patrimonio natural de las regiones mexicanas y de la historia local, tanto en español como en las diversas lenguas indígenas del oeste del país.
El aprendizaje de oído es el principal medio de transmisión de la música mariachi tradicional y las competencias técnicas se transmiten de padres a hijos, y también por intermedio de los espectáculos organizados con motivo de festividades, ya sean religiosas o civiles.
La Escuela Mariachi Ollin Yoliztli, la primera fundada en medio de la urbe de la capital de México, justo en el corazón de la ciudad, en la Plaza Garibaldi tiene como objetivo crear un espacio en el que los jóvenes aprendan musicalmente y académicamente.
Es decir, por medio de partituras, la ejecución de los ritmos del mariachi, asimismo a rescatar el repertorio que se tenía en épocas históricas como la Revolución Mexicana y preservar los símbolos que identifican a los mexicanos.
Nos queda claro que este oficio es iconico de la cultura mexicana y que hasta estos tiempos no sólo ha dejado huella en nuestro país y en toda la República Mexicana, sino en todo el mundo, dando a conocer un poquito de nuestras tradiciones.
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