¿Te ha pasado que no encuentras con que limpiar la blusa que se te manchó? Bueno, pues en TinkerLink descubrimos 5 trucos nunca antes revelados de las señoras de la limpieza para aplicar en casa.
¿Quieres saber cuales son?
Te parecerá raro que la pasta de dientes sirva para limpiar y no para ensuciar, pero así es. Este producto se ha vuelto de hecho indispensable para las limpiadoras profesionales. Estos son sus usos, además de para quitar la suciedad de tus dientes:
• Limpiar los lentes: solo tienes que poner un poco de pasta dental sobre los cristales, masajear y pasarlos por agua para quitar los restos. Luego, los secas con un paño, ¡y como nuevas! Este truco también es aplicable al espejo del baño: si le das una capita de dentrífico evitarás que se empañe cuando te duches.
• Limpiar metales: ¡Basta de limpiar tus joyas favoritas con productos caros! Si aplicas un poco sobre el objeto y frotas con un paño húmedo, quitarás todos los residuos como por arte de magia.
• Limpiar paredes: una pequeña dosis de dentrífico en un cepillo y un paño es todo lo que necesitas para quitar las manchas de tus paredes.
Si has derramado una bebida en el sillón o tu perro ha dejado todas sus huellas sobre él, ¡no hagas dramas! El bicarbonato de sodio es tu solución. Se trata de un compuesto sólido cristalino de color blanco que se puede adquirir en cualquier supermercado o tienda, y a muy bajo costo.
Es un producto tremendamente útil para la limpieza doméstica gracias a su poder abrasivo y desodorante. Desinfecta y elimina los malos olores de las superficies. Puedes usarlo mezclado con agua para limpiar no solo el sofá, sino también suelos, manchas resistentes (es muy bueno absorbiendo la grasa) y como detergente para lavar la vajilla.
Si has derramado aceite o grasa al suelo, solo tienes que echar sobre las manchas un poco de Coca-Cola. El ácido fosfórico de esta bebida gaseosa, cuyo nivel de pH es de 2,8, sirve además para limpiar otro tipo de manchas, como las de bolígrafo y las de sangre. También podrás dejar como nuevas tus ollas, teteras (hervir Coca-Cola dentro) y tu inodoro (viértela por las paredes y déjala actuar una hora; luego cepilla un poco para eliminar los restos).
Tu lavadora está sucia pero no confías en las pastillas limpiadoras. Cero dramas: ve el baño y toma tu enjuague bucal. Llena media taza con este líquido y viértelo en la máquina vacía. Activa un programa corto de la misma y listo, como nueva.
Siempre es lo mismo: cada vez que te pintas las uñas, acaban cayendo unas gotas de esmalte al suelo. Para eliminar estos restos, lo mejor es que metas un trapo húmedo en vodka y frotes. ¡Desaparecerá!
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